¿Quién es responsable del traumatismo craneal de su hijo por jugar al fútbol?

Como padre o madre, usted es consciente de lo mucho que su hijo o hija quiere apuntarse al equipo de fútbol del colegio. De hecho, es lo único que ha oído decir a su hijo durante todo el verano.

No quieres ser un padre sobreprotector criando a un pequeño copo de nieve. Aun así, dudas, porque has oído que remates de cabeza en el fútbol puede provocar daños cerebrales irreversibles.

¿Qué puede hacer un padre?

Es difícil decidir si su hijo puede jugar al fútbol o a deportes de contacto como el fútbol americano o el rugby. La mayoría de los niños pueden jugar sin sufrir efectos nocivos a largo plazo. Sin embargo, hay pruebas de que "cabecear excesivamente un balón de fútbol puede lesionar el cerebro de un jugador", según informó Scientific American tras entrevistar a un profesor de neurocirugía de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston. El profesor es también cofundador del Sports Legacy Institute. Afirmó que las investigaciones demuestran que cabecear balones de fútbol puede contribuir a problemas neurodegenerativos, uno de los cuales es devastador... encefalopatía traumática crónica (CTE).

Los científicos han determinado que existe una relación entre la práctica frecuente del balonmano y las anomalías cerebrales. Para hallar esa correlación, los investigadores compararon los cerebros de nadadores de competición con los de jugadores de fútbol. Los primeros parecían normales, mientras que los segundos presentaban un aspecto anormal de los tractos de fibras de materia blanca para las células nerviosas del cerebro.

Estos tractos se utilizan en la transmisión de "mensajes" a otras células nerviosas. Cuando el cerebro de un individuo sufre una sacudida violenta, los tractos de fibras del cerebro pueden verse alterados. Los efectos pueden alterar la vida

Algunas consecuencias de los traumatismos con conmoción cerebral y subconmoción cerebral pueden causar síntomas cognitivos, entre ellos:

• Dolores de cabeza
• Cambios de comportamiento
• Problemas de memoria
• Cambios de humor
• Depresión
• Dificultades para dormir
• Ansiedad
• Mareo

¿Se resolverán los problemas?

Ése es el comodín de este dilema. Los investigadores acaban de empezar a estudiar estos cambios cerebrales, y los estudios están en curso. En la actualidad, no existe una forma definitiva de saber si, una vez finalizado el juego competitivo de estos individuos, las anomalías se resolverán o empeorarán.

¿Quién es responsable del traumatismo craneoencefálico de un futbolista?

Tampoco en este caso hay una respuesta clara que se adapte a todas las circunstancias. Los padres de los jugadores y los propios jugadores asumen cierto riesgo cuando se inscriben para practicar deportes de contacto. Por eso, los permisos deben estar firmados y archivados antes de que los jugadores puedan salir al campo.

Pero ese permiso firmado no exime de toda responsabilidad a entrenadores, preparadores físicos y escuelas cuando sus jugadores sufren lesiones graves en el campo de fútbol. Si se determina que un acusado ha sido negligente o ha infringido las normas de cuidado que deben aplicarse para determinar si los jugadores deben volver al campo después de un golpe, puede plantearse la cuestión de la responsabilidad.

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